Duke Nukem 3D

Para mi 'Duke Nukem 3D' es un clásico. Un gran clásico. Lo considero como uno de los mejores juegos que ha habido para PC.

En aquella época yo era un chaval. Leía revistas especializadas en videojuegos. Por ese tiempo, los juegos de acción en primera persona estaban en auge. El mundo del videojuego se había conmocionado un par de años antes con 'Doom'. Una legión de clones invadía las revistas y las estanterías de las tiendas.

En esas revistas se comenzó a hablar de un gran juego que estaba a punto de salir. Se le alababa de forma considerable. Casi repulsiva por tanta reiteración. Yo lo aborrecí. Veía imagenes y decía "más de lo mismo".

En uno de los números de la revista, sacaron un CD con una demo jugable del primer nivel. Yo arrojé el CD a la mesa de mi escritorio para que se perdiera en la inmensidad de desorden que allí reinaba. Pero tiempo después el CD, como el anillo en el Señor de los Anillos, buscó a un portador. Alguien quien lo instalase y lo jugase. Y lo que es el aburrimiento, lo instalé y lo jugué.

Horas después, mis ojos estaban como platos. Mis dedos agarrotados al teclado. El nivel de demostración lo había pasado como 15 veces, pero seguía jugando a él. Buscaba nuevas cosas que hacer. Nuevos objetos que destruir. Sitios ocultos a los que acceder. No podía parar de jugar a él. Meses después, cuando el juego salió al mercado fuí corriendo y lo compré. Para mi deleite el reto del juego era más o menos igual en cuanto a planteamiento que el primer nivel, que ya conocía de memoria como si se tratase de mi propia casa.

'Duke Nukem 3D' supuso una revolución en los videojuegos. Quizá no tanto a nivel técnico, pero sí a nivel narrativo. Aunque los gráficos y el sonido eran muy buenos, lo mejor de todo era jugar con él. Adentrarse en el juego y explorar. Lo niveles estaban perfectamente diseñados para avanzar en el juego. La dificultad aliñada perfectamente para no detenerse ante un obstáculo demasiado tiempo, pero sí el justo. Los detalles y guiños, geniales. Las paredes llenos de pósteres con "mensaje", ese alienígena meando en unos aseos, esas frases soeces que se le dicen a las chicas... En definitiva, toda una experiencia.

Ahora que lo pienso, creo que he exagerado en decir que supuso una revolución. No la supuso por el simple hecho de que no creó una escuela. Los diseñadores de los juegos siguieron realizando prodigiosos avances en los gráficos y sonido, pero se trataban de juegos a los que no apetecía jugar después de un par de partidas. Al menos eso me pasaba a mí. El juego al que yo alinearía a continuación del 'Duke Nukem 3D' en la línea evolutiva sería el 'Half Life', muchos años después, pero manteniendo ese aspecto cuidado en el propio desarrollo de la acción del juego.